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“Cuidar la tierra, a las personas, redistribuir los excedentes”

OJALÁ EN EL PORVENIRpimiento

Anciano Masai del Ngorongoro.

Ojala que esto que os cuento se escuche en los medios de comunicación, en los mitines políticos, en las iglesias y hasta en las reuniones de empresa.

Antes de empezar me gustaría recitar una frase que resume el sentido del mensaje.

“Hay más gente desgraciada por la falta de lo superfluo que por la carencia de lo necesario”. De Pelet de Lozere.

Para empezar tenéis que imaginaros que habitáis en el mundo desde que fue mundo, rebosante de naturaleza y paz, salvaje en cada rincón, y virgen en esencia, tratar de explorarlo con los cinco sentidos, desarrollando nuestra percepción visual de un anaranjado atardecer, de un azul lago y el multicolor arcoiris de corales. Podemos sentir en nuestro cuerpo el tacto de la arena, la suave hoja aterciopelada o incluso acariciar al más dulce caballo. El increíble gozo al escuchar una pequeña cascada, los penetrantes sonidos nocturnos de la selva o el canto armónico de un colibrí. La fragancia de un bosque tras la lluvia, la esencia floral de la primavera y hasta nuestra propia piel aromatizada con la vida. Podemos saborear la fruta más jugosa, el pescado más tierno y la salada agua. Las más maravillosas y fantásticas sensaciones del paraíso que queramos imaginar se encuentran en la biodiversa vida naturaleza y lo que es más importante de forma totalmente gratuita.

Siendo conscientes de está doble inmensidad y gratitud de la naturaleza, adentremonos un poco en el ombligo de nuestra propia historia.

Desde el hombre de las cavernas hasta el siglo pasado, la alteración medioambiental se puede decir que aunque fue creciendo poco a poco pero ha sido mínima si la comparamos desde la era industrial del siglo XX y sobre todo en estos últimos cincuenta años o lo que es lo mismo en apenas unos segundos de la historia del hombre, en el que hemos dado un giro total alejándonos de la naturaleza viendola como nuestra enemiga y no como nuestra madre que es lo que es (nos sigue alimentando).

Un momento clave aconteció cuando ambos modelos de culturas se vieron las caras con la colinización del nuevo mundo, a un lado la tecnología del cristiano y por otro la verdadera integración del indígena con la naturaleza y lejos de reflexionar aprender y compartir los aniquilamos bajo la palabra de dios.

En el presente, estamos inmersos en el frenético ritmo del consumismo, de la contaminación, del agotamiento de los recursos sagrados de la tierra sobre todo el agua. Todo ello justificado por una falsa prepotencia de que el hombre es capaz de solucionarlo todo y gestionarlo a su antojo como eje central de la tierra y por tanto no debemos preocuparnos que ya seamos 6000 millones de personas (en el 1987 cinco mil y se prevé doblar en el 2020).

Ante esta perspectiva, no es muy difícil señalar que el máximo responsable y que a la vez tienen el poder de retomar nuestro rumbo es lo que yo califico como cristiano civilizado, en su papel de autodestructor debido a su modelo de vida insostenible (club de Roma. Indica que el indice de vida en el planeta ha disminuido un 30% en los últimos 25 años) la naturaleza es un ejemplo constante de cooperación pero nosotros seguimos empeñados en competir. Es preciso dar para recibir, dar sin prejuicios, como una gran liberación. Estamos contradiciendonos a nuestra propia inteligencia, fuera de todo instinto, como atrapados en la contradicción.

Un modelo de desarrollo neoliberalista que se mantiene debido a la exclavitud a la que sometemos las restantes tres cuartas partes del planeta (ejemplo 55 millones de niños trabajan en la india mientras que 60 millones de adultos permanecen en el paro).

Encima de robarles sus tierras y su cultura, de forzarles en la miseria (Hipocresía, de la ayuda al tercer mundo damos limosna y pero le quitamos cien- esa es la realidad de la ayuda, construimos hospitales pero primero provocamos los enfermos). Nos inventamos la deuda externa como cadena de la exclavitud. Incomprensiblemente nosotros como cristianos civilizados hacemos oídos sordos. Nos refugiamos en nuestro miedo del confort, el derroche, (ejemplo: el Desperdicio de papel en los Estados Unidos en un año daría para edificar un muro de 3,65 mts de altura desde Nueva York hasta los Angeles) y nos abrazados al materialismo del dinero de la infelicidad.

Aprendemos con el egoísmo de la violencia y nos convertimos en individualistas con la filosofía del tener pero no del ser. Sin amor (muy pocos experimentamos un abrazo), sin mecha, sin alma. ¿ porqué nos alejamos de la naturaleza si resulta nuestro origen y verdaderas unión madre hijo?. ¿Que valoramos más una ropa  de marca, un teléfono móvil o una sonrisa del sur, un parque natural o una especie en peligro de extinción?

Hemos de preguntarnos sobre el matiz real de la política, si aceptamos que el consumismo es una forma de pseudocontrol quien nos domina realmente. “los políticos no pueden resolver los problemas porque son parte del problema” pues los políticos defienden los intereses económicos de las empresas como si dos en uno, manipulando y censurando los medios de comunicación (mucho fútbol en televisión) en una falsa globalidad, pues no existe la justicia ni la igualdad de las oportunidades, solo intereses de poder de unos pocos.

Es mucho mejor votar con el no, en el único resquicio de decisión que nos queda, que hacer con nuestro tiempo, que cosas compramos diariamente. Ahí si podemos introducir cambios apoyando las pequeñas experiencias alternativas, con una vida simple y sencilla, en vez de enriquecer a las multinacionales con el peligro que eso conlleva.

¿ Como podemos decir que amamos a Dios si destruimos continuamente su creación? La solución es ser ecológico cuidar a nuestra madre solidaria.

Si quieres realizarte como persona siembrate en la naturaleza, porque realmente es la mejor pedagoga, educadora, relajante, maestra y la única y verdadera manifestación de dios.

Si Jesús fue revolucionario, pues iniciemos la revolución, nada de acoplarse en lo que hay. Rompamos el circulo vicioso:

  Consumo           pobreza               y deterioro ambiental.

Si no quieres continuar de mezquino liberate.

Hay dos libros muy en la onda, Factor 4 –club de Roma- (el doble de bienestar con la mitad de recursos) y la realidad de la ayuda de intermón.

Y si en el futuro a pesar de todo no nos basta para iniciar el cambio, vayan al tercer mundo y toquenlo con el corazón. Allí se encuentra la esencia pura de la vida sin más adjetivos que los suyos, magia y ser.  

Merece la pena.

Muchas gracias.

Cuando crecimos aquí en esta tierra los animales eran tan numerosos como estos árboles.

Acoso no somos los dueños de esta tierra y quienes la amamos

Anciano Masai del Ngorongoro.

 

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