Memoria del Encuentro REPESEI de Invierno en Al-Haman, Febrero 2025.   Recently updated !



TEXTO ESCRITO POR ANDRES, GRACIAS POR TUS PALABRAS.


Viernes 14 de Febrero:


Llegamos al Oasis Al-Hammam sobre las tres de la tarde del Viernes. Paramos a las puertas aún en obras de una explanada pavimentada, que llegaba al pie de una construcción que no parecía estar terminada.
En la puerta había dos furgonetas, pronto descubrí que eran los fontaneros y los
electricistas y no muy lejos de allí, una enorme pala excavadora levantaba nubes de polvo con gran estruendo.

Recordé que esto mismo nos habían informado: Nosotros íbamos a estrenar el Camping
aun no terminado. Seguí adelante porque al fondo se veían varias edificaciones más. Estás se veían de “época” arregladas y rodeadas de vegetación. Siguiendo un lejano murmullo vadeamos un largo edificio y allí estaban.

Saludos, abrazos, besos , sonrisas, habíamos llegado a la morada de los guardianes del
lugar. Y allí estaba Elias que había llegado con Luis poco antes. Nos subimos hasta el
principio donde la pala seguía levantando grandes polvaredas. La obra nueva , que en el futuro será algo así como la recepción, y el bar restaurante del camping.
Por dentro era muy coqueto, paredes blancas, vigas de madera en el techo, barra, lejas y
mobiliario todo en madera. Disponía de una salón de té, tipo árabe, que además, con sus
enormes cristaleras hacía las veces de solarium. Cocina grande , baño grande y dos
cuartos.

Acompañados por Juan, el guardián del lugar, hicimos un tour por lo que iba a ser e
camping, y de paso indicarnos del espacio que disponíamos para acampar y aparcar las
furgonetas y los coches.

A la parte abajo del camino estaban restaurando unos antiguos baños medicinales de
aguas sulfurosas, un rincón mágico, todo de piedra. y alrededor habían hecho terrazas
para lo que serían las parcelas del camping.


Un poco más abajo, una edificación con aseos y duchas con agua caliente. Teníamos
muchas más comodidades de las que estábamos acostumbrados en los encuentros.
Cuando volvimos al “bar” , que sería nuestro lugar de encuentro Luis ya estaba allí, y
algunas hermagas más que habían ido llegando. Repartimos algunos roles y guardianajes:
Luis controlaría los tiempos, Elias las llegadas, yo la memoria… y seguían llegando, y
seguimos cogiendo roles, Estrella el cuidado de la cocina. Siguieron goteando más y más
hermagos y el lugar fue vistiendose de color y cogiendo buena energía.

Al anochecer hicimos un círculo de presentación en el salón del té y conforme nos íbamos presentando seguían llegando más y más amores, total que al no pasar mucho tiempo volvimos a empezar las presentaciones, y las recién llegadas se fueron sumando.
Se habló de las actividades del día siguiente: limpieza de rambla , cañas principalmente y con las mejores cañas Jesus iniciaba la tarea de construir unos arcos para definir un
espacio arriba en la terraza del bar, Frances se ocuparía de organizar un grupo para
plantar unos algarrobos en secano y con método experimental con el fin de que los
jabalíes no destrozaran los plantones, y otro grupo se encargaría de la comida del sábado, Erika iba a realizar un taller de comunicación no violenta previsto para la tarde, y muy importante la guardería, el cuidado y la atención a los niños, Giorgios se encargó de organizar esto, también por la tarde habría una visita cargo del anfitrión, Juan, por todo el espacio de Al-hammam, y ya por la noche la Fuegovision.
Cuando terminó el círculo ya estaba la cena organizada. Hoy no se cocinaba, había
muchísimos platos preparados de traje. La barra de madera se llenó de diferentes platos acual más apetitoso. No paraban los abrazos, las risas, las alegrías y muchos reencuentros… la vida seguía fluyendo, se respiraba paz. Luego, por ser catorce de febrero, Elias se inventó una actividad donde él parecía hacer de cupido, divertido cuando menos según algunos de los participantes. Al finalizar como por arte de magia, todo estaba recogido, la cocina ordenada, el fregadero vacío.

Sábado 15 de Febrero:


El sábado por la mañana de ocho a nueve, chi kung y yoga en la yurta, un precioso espacio de madera también a estrenar. A las nueve desayuno libre; unos hicieron té, otros café…diferentes infusiones, tostadas, fruta, cada cual desayunaba a su manera. Flotaba en el aire esa calma matutina de recién despertadas
El círculo de la mañana era gigante, ocupaba todo el espacio embaldosado delante del bar.

Una presentación rápida, porque éramos muchos, quizás cincuenta o más; y creación de
los grupos de tragozo.


Limpiar de cañas y otras cosas la rambla era el tragozo que más hermagos necesitaba; y
con las mejores de esas cañas, Jesu y su grupo empezarían la construcción de los arcos de caña que se iban a poner en un rincón de la explanada del bar para delimitar lo que en el futuro será un escenario.

Luego estaba el grupo de cuidado de los peques gestionado por Giorgos, el grupo de
plantación y el de cocina.
También se relataron las actividades de la tarde que quedaban abiertas: visita completa al espacio, taller de comunicación no violenta, cocina y fuegovisión.
Me uní al grupo de la rambla, unos cortabamos cañas con tijeras grandes de podar, había un motosierra que cortaba algunos matorrales y troncos más gordos, se había hecho una presa en la rambla a base de cañas, palos y troncos arrastrados por el agua, y alguna otra cosa como un neumático de coche y alguna basura más.

Con una cadena de felices tragozadores se sacaba todo lo que cortabamos y fuera ya, otro grupo separaba: las cañas buenas para los arcos, la leña seca, la leña verde, y los chismes que iban saliendo.


Como también me había adherido al grupo de cocina, cuando llegó la hora, ayudé a subir un puñado de cañas buenas. Arriba, Jesu y su grupo ya habían empezado a crear
primeros arcos. Los arcos no eran para lanzar flechas, medían más de diez metros, y unos diez centímetros de grosor.

Me incorporé a la cocina que ya bullía de cocineras cantarinas; y aunque venía un poco
asustadillo por el reto de hacer comida para tanta familia el ambiente en la cocina me
disipó todas mis dudas.

Comimos en la parte de atrás, nos juntamos unos setenta en total, y hubo comida de sobra para dejar para la cena. Momentos maravillosos todas juntas, se entrelazaban todas las energías y parecía que flotabamos en una nube vibrante y pacífica.
A la tarde, después de una larga sobremesa para unos, y siesta para otros, siguió el grupo de Jesu con sus arcos, Frances también se llevó a un grupo a plantar algarrobos y se hizo el tour con Juan para todo el que quisiera conocer más detalladamente el lugar.
Cuando acabó el tour, Erica empezó con su taller de comunicación no violenta. El taller
duró casi hasta la cena. durante todo ese tiempo, algunas de nosotras fuimos reclutadas
por Neil, había que bajar a la rambla, coger la leña seca, y subirla a la furgo para llevarla a la Fuegovisión.


Pero lo más duro fue subir cuatro o cinco troncos largos que algún día habían sido bancos de madera antes de ser arrastrados por la rambla. Con no poco esfuerzo, los subimos a la furgo y subimos todo cerca de la yurta, donde se iba a celebrar la Fuegovisión. Había caído la noche cuando me acerque a la cocina, y sorpresa, había llegado Jose de Sifones, que manejaba la cocina con alegría; una vez más sentí alivio por ver lo fácil que fluía la cocina, era muy sorprendente para mí, porque estaba acostumbrado en otros grupos con los que he estado, que la cocina fuese el lugar menos frecuentado.

Para la cena no cabíamos todos en las estancias del bar, había gente cenando y
conversando en cualquier rincón. Gozosa cena de traje y lo que no nos habíamos podido comer al mediodía.

A unos pocos metros, en la oscuridad, se encendió una hoguera: Dorje y varias hermagas más se afanaban alrededor de la hoguera, preparaban la Fuegovisión. Cuando llegué a había ya un gran círculo de corazones rodeando la hoguera, Abel tocaba dulce la guitarra y cantaba a la Pachamama, Estrella había preparado una gran infusión de cacao ceremonial, llenábamos los vasos, los repartimos, estaba calentito y sabroso y te transportaba al interior del cuento que Dorje, escenificando alrededor de la hoguera, estaba empezando a contar. La historia de Hahuba la serpiente del ser, los warao, el abuelo chamán y las gentes de las tierras altas y secas. Todo se llenó de magia y aroma a cacao…


Después, Jessi tocó y cantó, y nos hizo bailar, entre su música y la de Abel la magia continuó hasta la madrugada.

Domingo 16 de Febrero:

Cuando llegué el domingo a la puerta de la yurta, el chi kung y el yoga ya estaban
terminando, me acerque a la Fuegovision donde Estrella recogía algunos trastos que
habían quedado de la noche. Cogí una de las ollas que aún tenía bastante cacao, y me fui a desayunar, y aunque en la cocina había movimiento, era más dulcemente cansino y sosegado, no había prisa para nada. calenté la olla de cacao y me eché una taza.
En una esquina de la explanada, donde habían instalado los arcos de cañas, se empezó a montar el mercadillo, regalar, truequear, exponer… Y como el tiempo del desayuno se
alargaba plácidamente, Elías decidió convocar el círculo de la mañana, tuvo que repetir el llamado muchas veces, otros le fuimos a ayudar, y así, cansina y fluidamente se formó el círculo de la mañana.

De seguir limpiando la rambla no quedaban ganas, así que se abandonó la idea, a Jesu le propusieron hacer algún arco más, pero no era momento, todavía había que fijar y
terminar algunas cositas con los arcos que ya había puestos, así que su grupo aún tenía
tareas.

Frances si que fue con un grupo a plantar en secano y dar otro pequeño tallercito de como hacerlo. Hablamos de que todo tenía que quedar mejor que cuando llegamos, que
teníamos que recoger y limpiar entre todos.

Cuatro pasitos, dos conversaciones, recogida del jaleo del coche y a la cocina a preparar la última comida. Klaudia, sentada en una mesa, se dedicó a recoger las no pequeñas
aportaciones que íbamos a hacer al lugar…veinte euros por cabeza…mucho dinero para
nosotros pero bueno y aunque es cierto que teníamos muchas comodidades no es menos cierto que habíamos hecho una gran labor en la rambla, los guapísimos arcos de caña y la siembra de algarrobos. Pasemos un tupido velo, pero que no nos vuelva a pasar más.

Cuando volví a la zona de la cocina ya había un gran equipo, con Jose y Jessi en primera
línea, Jose se había traído un puñado de manojos de calçots, y todas las herraciertas
necesarias para cocinarlos al fuego, había más que suficientes para que todo el mundo los probara.


Aún más que el día anterior, la comida fue una gran fiesta. Y se alargó la sobremesa hasta que se decidio convocar el círculo de despedida. Un inmenso y emotivo círculo con su toque de felíz melancolía, abrazos, cogidas las manos, distintas hermagas del encuentro fueron expresando sus sentimientos, dando su opinión, y deseando un cercano futuro reencuentro, también hubo recordatorio de que teníamos que recoger y limpiar entre todos para que el espacio quedase mejor que estaba cuando llegamos. Y así fué.

Todo quedó recogido ordenado, la cocina limpia, habíamos sacado toda la comida
restante, verduras sobre todo, a las mesas de la calle para que cada cual se llevase lo que quisiera y lo que quedara, que sería bastante, habíamos hablado con Neil que se quedaba para ellos. Ahora todo eran limpiezas, recogidas y despedidas…
Todo quedó perfecto a mis ojos. Todo maravilloso.


Sobre los talleres que se organizaron:


#Taller de Comunicación No Violenta (CNV), facilitado por
Erika
:
Puedo decir que hubo 20 participantes al principio, lo cual es un gran éxito para un temadifícil (el taller empezó demasiado tarde porque la visita de Juan a la granja duró mucho más de lo previsto). La gran participación puso de manifiesto que a mucha gente le gustaría comunicarse de forma no violenta, pero no sabe cómo hacerlo.


En la primera parte del taller, expliqué quién es el iniciador de esta teoría y por qué es
necesario comunicarse de forma no violenta. Expliqué mi teoría sobre la comunicación sin violencia con una metáfora arquitectónica: una buena conversación se construye como una casa, escuchando atentamente las necesidades de todos sus ocupantes para lograr una convivencia no violenta.

También se reflexionó sobre por qué es tan difícil comunicarse
bien: los patrones erróneos se transmiten de generación en generación. Así que el taller
pretendía sembrar un grano de arena para las generaciones más jóvenes.
En la segunda parte del taller, encomendé a los participantes 4 tareas en las que
aprendieron a construir una buena comunicación en 4 pasos. Para ello, hice imprimir
tarjetas con los 4 pasos para que sirvieran de recordatorio. Se las podían llevar como
contribución voluntaria. Se presentaron situaciones concretas y los participantes se
ayudaron mutuamente a encontrar una solución. Estrella y Elías trajeron un caso práctico de un problema de comunicación que se utilizó como ejemplo. Elías apoyó el caso como facilitador con experiencia en la realización de talleres sobre comunicación no violenta. Hubo demanda de más ejemplos, pero la comida estaba lista.
Así que se decidió impartir mini talleres al día siguiente. El domingo, ayudé a otras 2 parejas diferentes y a otros 3 individuos con preguntas sobre situaciones concretas.
El taller fue un éxito y sin duda se puede volver a organizar. Atomio fue el fotógrafo y ayudó con la logística.

Contenidos Extra


#Sobre el taller de reforestación, facilitado por Frances:
El sábado, en el círculo de la mañana, se anunció el taller de reforestación a realizarse a las 17:00 horas ese mismo día. Hubo interés, y una llamada a que se realizará también a las 11:00 am para que la gente pudiera ir también al taller de comunicación no-violenta,
también pautado para las 17:00 horas. Hechos estos ajustes nos fuimos, unas 13 personas, a la zona de reforestación, acompañados por Gustavo, el coordinador de reforestación delOasis Al Hamam.
Empezamos hablando sobre la ONG, Urban Street Forest, quienes tienen proyectos de
plantación de árboles en África, Los Países Bajos y aquí en Almería. También tienen un
proyecto de educación en el cual se puede bajar información gratis sobre los árboles,
dirigido a niñ@s del edad escolar, desde su página web: https//:urbanstreetforest.com.
Preguntas, respuestas y luego muchos tips sobre como plantar a un árbol en secano, con
un mínimo de riego: plantar al sureste de un árbol maduro, muro de piedras, o otra cosa que protege la plántula del sol de verano por la tarde, cavar un hueco estrecho, pero hondo, plantar 2 o 3 plántulas juntos, remojar las raíces en agua antes de plantarlos, desenredar los raíces del suelo de la bandeja para que estén en posición vertical, colocar materia orgánica sacado de la misma zona para que los jabalís no detectan olores nuevos, un buen riego, cubrir con un buen acolchado y proteger con plantas espinosas (por ej el espárragos). Y luego, ¡manos a la obra! Entre los 2 talleres plantamos 35 arboles (algarrobos y espino negro). Pocos en cantidad, pero plantados con mucho cariño.
¡Esperamos que sobrevivan todos! ¡Estaremos pendientes!


Aquí una guía completa sobre esta técnica de reforestación.

https://docs.google.com/document/d/1XZiPm8mpXOLXyWcj2GmjfQQSIDHbWCqQMbSg_k8thlw/edit?usp=sharing

Gracias por leer hata aquí y nos vemos en el próximo encuentro, en Las Gallardas por cierto ¿Te gustaría escribir a ti la memoria del encuentro? 😉

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